Una tradición italiana

El Antipasto es un platillo reconocido a nivel mundial, propio de la gastronomía italiana. Consiste en un bocadillo o entrada que se sirve antes del plato principal con la finalidad de abrir el apetito. Su nombre se deriva de la conjunción de dos palabras: pasto que en italiano significa “comida” y ante, el prefijo del latín que indica un precedente.

Normalmente se compone de alimentos fríos y sus componentes pueden variar. Las combinaciones para realizar este entrante son ilimitadas: se puede presentar como antipasto desde una combinación de embutidos, vegetales, quesos, carnes o mariscos hasta preparaciones más sofisticadas ideadas por un chef.

La historia del antipasto se remonta al renacimiento italiano, donde se servía en los banquetes como una especialidad de la cocina e incluían tanto elementos dulces como salados.

En los hogares italianos reunirse a comer es una cuestión de importancia, ya que es el momento de disfrute familiar. Este platillo es típico en este tipo de reuniones: mientras se prepara la comida, los invitados y familiares pueden ir abriendo el apetito con diferentes estilos de antipasto e ir charlando. Lo interesante de ingerir este plato en una casa italiana es que comúnmente los ingredientes que se presentan son caseros, es decir, cosechados por los propios dueños. De esta manera se presenta a los invitados como “un pedacito de hogar”. En los restaurantes, por otro lado, se muestra como una forma para despertar el hambre y, al mismo tiempo, la conversación.

En Venezuela y otros países latinoamericanos es común observar variantes del antipasto con verduras encurtidas o atún, preparados a la vinagreta. Se esparce la mezcla sobre una rodaja de pan y se ingiere tanto frío como caliente.

Receta de Antipasto Italiano


Ingredientes:

  • 3 Peras maduras frescas
  • 200 g. Prosciutto
  • 150 g. Parmigiano Reggiano
  • 80 g.  Rúcula fresca
  • 2 cdas. Aceite de oliva

Presentación:
– Servir acompañado con rúcula fresca y un poco de aceite de oliva, por encima.

Procedimiento:
– Lavar y pelar las peras.
– Cortarlas en ocho pedazos y limpiar el centro para asegurarse que no queden semillas.
– Colocar sobre una fuente relativamente mediana y reservar.
– Cortar la cuña del parmigiano con un cuchillo, separando trozos. Tienen que quedar trozos del tamaño de un bocado.
– Colocar el queso sobre las peras.
– Cortar el prosciutto fino.
– Colocar sobre las peras y el parmigiano.

Para hacer un antipasto no hay reglas definidas. Solo se trata de crear la perfecta combinación de ingredientes. Pon a prueba la creatividad de nuestro chef ordenando en Il Pappardelle el Antispasto de la casa… ¡Y buen provecho!

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