De la Pintura a la Gastronomía

Vittore Carpaccio fue un pintor veneciano que nunca imaginó que terminaría siendo más famoso por la gastronomía que por su pintura. Carpaccio sentía una predilección especial por el color rojo, por lo que lo mantuvo siempre presente en su producción pictórica.

Fue precisamente ese color el que inspiró a Giuseppe Cipriani, dueño del legendario Harry´s Bar de Venecia, para darle el nombre a un plato de su creación. El primer carpaccio fue preparado en honor a la condesa Amalia Nani Mociniego, a quien el médico había prohibido comer carne cocida. Cipriani se las ingenió para servirle un plato crudo exquisito que la condesa pudiese disfrutar: tomó un trozo de lomito, lo cortó en finísimas láminas y las colocó en el plato. Después, le añadió aceite de oliva, sal, pimienta y queso parmesano.

La condesa, encantada con su plato, le preguntó el nombre. Cipriani asoció los tonos rojos presentes en la pintura de Carpaccio con el color del plato que acababa de inventar y lo llamó, sin pensarlo mucho, ¡carpaccio! Y ¿quién iba a imaginar que este plato se convertiría en el típico de las regiones del norte de Italia?

Sus  Ingredientes son:

500 gr. de lomito en rebanadas delgaditas

100 gr. de queso parmesano

4 cucharadas de aceite de oliva

1 limón

Albahaca fresca

Pimienta negra

Preparación:

Cubre un plato con las lonjas de lomito, báñalo con el aceite de oliva, colócale pimienta negra al gusto y decora con albahaca. Por último, coloca el queso parmesano antes de servir.

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