El abrazo en familia es una invitación permanente a querer, cuidar, mimar los afectos…
Desde hace 20 años la Iglesia venezolana celebra en el mes de noviembre una campaña que lleva por nombre “abrazo en familia”. Fue una feliz iniciativa del padre Aldo Fonti, a la sazón secretario ejecutivo del Departamento de Familia. Promover los valores familiares es tarea permanente de la sociedad y de la Iglesia. Nos hacemos personas en el amor que cultivan nuestros padres desde mucho antes de engendrar una nueva vida. Estamos conscientes, aunque no hacemos todo lo que debemos, que sin una formación integral -humana, ambiental, psicológica, espiritual-, no podemos obtener el bagaje necesario para vivir en plenitud, sin carencias ni rencores, abierto a la convivencia y fraternidad, deseos y capaces de ser útiles a nosotros mismos y a los demás.
La sociedad moderna, por el contrario, ofrece con mucha facilidad, un sentido tan individual de la existencia, que no toma en cuenta que cada ser humano es producto de su ser y sus circunstancias. Si éstas son óptimas, hay posibilidad de que el fruto obtenido sea bueno.
Entre otros factores, la violencia en sus múltiples facetas y la libertad mal entendida, debilitan y hasta destruyen la cohesión del núcleo familiar. Hijos sin padre, madres solas y adolescentes, carencia de vivienda digna, falta de alimentación adecuada, educación débil, violencia de género, inseguridad y miedo, no son el mejor abono para crecer sanamente y sin odios.
El abrazo en familia es una invitación permanente a querer, cuidar, mimar los afectos; es un llamado a cultivar la pareja, vecindad y sociedad dentro de coordenadas que garanticen estabilidad y crecimiento al amor de pareja. Hagamos del abrazo en familia una campaña permanente para que Venezuela no siga mostrando esa página ominosa de crímenes y muertes sin sentido.
Este día tan especial lo celebramos el pasado domingo 8 de Noviembre. La invitación es a mantenernos unidos en familia y demostrar amor todos los días.